viernes, 21 de diciembre de 2012

Así no



Todo estaba en calma en RTVE hasta el 20 de noviembre de 2011. Nadie se quejaba de la última reforma realizada, en la que la Moncloa dejaba de tener el poder sobre las decisiones en la cadena pública. RNE subía como la espuma. Los informativos de TVE no eran dudosos de tomar una u otra posición en los reportajes o noticias... No era el 'idílico' modelo británico de la BBC, pero RTVE contaba con una autonomía que no había tenido en toda su historia. Aunque puestos a decir sigo sin entender porque tienen que ser los partidos políticos los que elijan la cúpula directiva de la cadena, pero aun así, y según se decía desde dentro, TVE era libre para hacer y deshacer.

Entonces llegaron las elecciones generales de 2011 y el partido de la calle Génova subió al poder. En un principio las cosas no cambiaron, pero llegó un día en el que los barones de este partido dijeron "hasta aquí hemos llegado" y consideraron que sus reformas eran 'mal' tratadas por los programas informativos de la televisión y la radio pública. ¡Y aquí comenzó el despiporre! Una reforma que nadie discutía ya no servía. Los pesos pesados (y parece ser incómodos) fueron cayendo uno a uno: Juan Ramón Lucas, que había triplicado la audiencia de su programa en RNE, no valía para esto (parece que al final tendrá acomodo en TVE, pero su exitosa etapa en la radio quedó truncada); Ana Pastor, posiblemente la mejor entrevistadora de toda la cadena, tampoco era merecedora de un sitio en TVE; el programa Carne Cruda de Radio-3, otro de los programas estrella de RNE, tampoco gustaba... y así uno detrás de otro. Mientras los puestos de poder se iban llenando con nombres de 'sospechosos': Leopoldo González-Echenique, Julio Somoano... El colmo llegó con la redifusión de Ana y los 7, es lo que tiene la austeridad que hay que tirar de cualquier cosa con tal de ahorrar.

De esta manera se fue desandando todo lo recorrido en los últimos años. La televisión y la radio no dejaron de ser públicas, pero si que dejaron de ser de todos para ser de unos pocos afortunados (o poderosos).

Pues si RTVE todavía sigue siendo pública, parece que no se va a poder decir lo mismo de una cadena como Telemadrid dentro de poco tiempo. Más allá del brutal ERE que se lleva consigo a más de 900 empleados (ningún directivo, eso está claro que para algo son ellos los que saben, si no fuese así nunca hubieran llegado a ese puesto... bueno, a lo mejor sí) está la situación en al que se encuentra la cadena, o se encontraba hasta tanta emisión en negro, huelga y demás. Que nadie piense que la cosa es culpa del Partido Popular, no. La cadena madrileña cuando estaba en manos de Gallardón daba gusto verla, o por lo menos no escocían los ojos. Era un televisión de lo más competitiva, con un share importante y esas cosas que tanto gustan a los directivos. Aquí también hubo un punto de inflexión: la llegada de 'Espe' (que maja ella). Los informativos pasaron a tener únicamente un color, presentadores pedían pasarse de la información general a los deportes por aquello de la ética periodística (escuchado de boca de uno de ellos), los periodistas 'rebeldes' eran mandados a la 'otra redacción', los amigos creaban sus productoras y se embolsaban millones y millones... Lo dicho: 'Espe' es (o fue) muy maja, con sus amigos. Porque lo que es con el resto de la población madrileña, lo fue más bien poco. Y así unas cuantas más, pero tampoco es plan de contar más rollos que viene todo muy bien explicado en youtube.

Ahora, viendo este ejemplo, digo yo que casi que será mejor tener una televisión privada que haga lo que quiera, que para eso es su dinero. Que una pública que haga lo mismo, con mi dinero (o con lo poco que me quitan, porque tampoco hay mucho de donde quitar, de ese sueldazo de becario-precario).

Y ¿por qué debemos luchar por una televisión y una radio públicas (bien gobernadas)? Pues porque todo el mundo tiene derecho a la información, a una información objetiva, que sepa de su función y no de amiguismos y colegueo. Por esto sinceramente no entiendo que el PSOE tenga que nombrar a X miembros del Consejo de RTVE, el PP a otros tantos, IU a otros, y tal y tal y tal. Digo yo que ahí se debería llegar después de unos servicios, unas demostraciones de valía, años de experiencia, etc. ¿Un cementerio de elefantes? Tal vez, un sitio para esos redactores que llevan años dando noticias, que saben de que va esto, que no sean sospechosos de nada, que les guste lo que hacen, que tengan conciencia del servicio que hacen. ¿Por qué no unas elecciones dentro de RTVE para nombrar a los jefes del cotarro? En el periodismo se tiene (o se debe) tener conciencia de nuestra labor y no creo que la gente quiera tirar piedras sobre su tejado para acabar perdiendo credibilidad. Aunque todo sería más fácil si cuando los partidos eligen a dedos pensasen en estas cosas, pero la verdad es que mola más mirar al de al lado y preguntarle si tiene algún vecino-primo-yerno-amigo-socio dispuesto a ganarse tres 'perras' por hacer un paripé.

Cambiando de tercio diré que unos medios públicos no tienen la obligatoriedad de ser rentables económicamente. Por ley se exige que estos contribuyan a la cultura y la educación. Si consigues que esto llegue a la gente ya estás beneficiándote de tu propio producto, sin necesidad de mirar la 'pela'. ¿Se debería pensar en un canon? Pffffffff... en este país todo lo que hoy vale 20 mañana vale 50, así que sería otro tiro más al bolsillo. Otra cosa que no entendí bien fue la supresión de la publicidad. Si tan mal está el asunto, deja los anuncios justos, pon un máximo de 4 minutos a la hora (por ejemplo) de 'intermedios' para lograr un buen sustento, busca otro tipo de financiación como productos que patrocinen películas sin pausas, no sé, algo más ingenioso que suprimir la publicidad e incrementar el agujero de las deudas (que según tengo entendido pagan el resto de emisoras... otro despropósito).

Pues lo dicho y poco más. No sé si la solución es intentar plagiar un sistema como el de los 'british' (con su correspondiente canon de hoy 'x' y mañana '3x'), volver al anterior sistema de hace apenas un año, tirar la tv al suelo, el mando o los dos juntos. Lo que está claro es que la actual situación de las emisoras públicas españolas solo se toma como ejemplo en las clases de gestión como ejemplo de cómo no hacer las cosas.

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