jueves, 20 de diciembre de 2012

Modelos de educación adaptados a comunicación

Educación que pone énfasis en los contenidos (bancario): enseñanza de periodismo en la universidad es el ejemplo que más se ajusta al modelo bancario. El educador informa, deposita una serie de conocimientos en el educando, el cual debe formarse. Se trata de una relación directa –y autoritaria– entre educador y educando: el docente –dogmático en su campo- expone y transmite los conocimientos que llegan al alumno receptor, el cual concibe y asimila la información.

Es un modelo que puede observarse diariamente en, por ejemplo, la Universidad Complutense de Madrid y es consecuencia del sistema educativo nacional. Dejadez, falta de conciencia dogmática o simplemente el azote de la crisis económica, limitan la educación y sus recursos al intercambio unidireccional de conocimientos entre profesores y alumnos. Si te lo sabes, apruebas. Por el contrario, a septiembre. Tan simple (y doloroso) como esto. En muy contadas ocasiones el aporte enriquecedor del docente permite la libre expresión del educando, siendo su conocimiento aplicado en determinadas actividades tenido en cuenta como parte esencial de la materia. Se apremia la memorización (como premisa absoluta) por encima de la participación que ayuda al desarrollo humano y educativo del alumno.

Educación que pone el énfasis en los efectos (conductista): el caso más claro es la publicidad, que trata de crear falsas necesidades en torno a modelos ficticios. Va moldeando la mente del educando, no para transmitir una enseñanza o proclama, sino para invitar al puro y banal consumo. Va cincelando la conducta de la audiencia buscando el efecto de comprar.

Al pensar en algún ejemplo publicitario, es posible que la primera marca que se nos viene a la mente sea Coca-Cola. La empresa estadounidense de bebida gasta anualmente miles de millones en sus campañas publicitarias para conseguir un posicionamiento –actualmente sigue copando las primeas posiciones- del mercado de consumo. Siempre ha ido dirigida, y con acierto, a la relación del producto con un estado de ánimo, la felicidad (con el eslogan ‘Destapa la felicidad’, por ejemplo). Aunque en principio la compañía enfocó sus campañas a ofrecer más calidad (cantidad) por menos dinero, proponer ahorro al consumidor con ofertas especiales o promociones con objetivos dinerarios o presentar la bebida como universal, válida para cualquier persona independientemente del tipo social o raza; a ráfagas, también intenta penetrar en la sensibilidad de la gente como una empresa concienciada con los problemas sociales tales como la desnutrición, pobreza, obesidad… En conjunto, The Coca-Cola Company cuida meticulosamente su imagen para que su marca comercial esté siempre en el apartado de ‘buenas marcas que ayudan a la sociedad’, a sabiendas de sus más que sospechosos sistemas –entre ellos, evidentemente, personal de trabajo- de producción.

Coca-Cola con conciencia social

Coca-Cola asociado a la felicidad



Educación que pone énfasis en el proceso (constructivista): podríamos decir que es el periodismo en esencia. Apoyado por datos, crea una actitud crítica, analítica y social; despierta y estimula la mente del educando para crear –y transformar– su propia realidad y visión del mundo. Ayuda a crear –a formar– seres racionales, que relacionen las causas y efectos de los hechos noticiosos a la par que las circunstancias espacio-temporales. El periodista ofrece instrumentos de reflexión, herramientas para pensar.

Buenos ejemplos de artículos constructivistas son los editoriales, donde el periodista expone, enaltece o denuncia un hecho ofreciendo una gran amalgama de pareceres, datos y citas e incitando al educando a sacar su propia conclusión (negativa o positiva)

Ejemplo sobre el ahorro por encima de la sanidad: http://elpais.com/elpais/2012/12/18/opinion/1355861956_600771.html

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